Como escribía el cantante Macaco en uno de sus temas más famosos, todo es cuestión de ‘acción, reacción, repercusión’. Por ello, los principales desafíos a los que se enfrenta el imprescindible sector turístico español en los próximos años pasan por incentivar el desarrollo de prácticas y actividades totalmente sostenibles y responsables.
En estos momentos de total incertidumbre mundial, se debe trabajar en la desestacionalización de la demanda turística, la apertura a nuevas alternativas turísticas, el conocimiento de fórmulas rompedoras, la aplicación de la tecnología en su vertiente más funcional y, sobre todo, la innovación como importante valor añadido diferencial respecto a otras potencias internacionales.
En este sentido, el decano de la Facultad de Economía de la Universidad de Valencia, José Manuel Pastor, ha asegurado, en declaraciones al periódico digital de Levante, que “innovar, ser más heterogéneos y desarrollar ventajas competitivas sostenibles son elementos capitales para reinventarse y crecer de nuevo”.
Desde el verano de 2018, e inevitablemente, tras la devastadora aparición en este escenario de la COVID-19, el sector turístico en España se muestra aquejado de una progresiva caída de las llegadas de turistas extranjeros.
Sin embargo, esta situación, lejos de resultar algo negativo, exclusivamente desde el punto de vista de la sostenibilidad resulta favorable para el modelo nacional, teniendo siempre en cuenta que los gastos medios por turista se incrementan, aunque pueda parecer lo contrario.
Además, una demanda turística excesiva se traduce en unos efectos muy negativos al desincentivar la inversión, la competitividad y la calidad. En otras palabras, lo deseado es mantener estable el volumen de entrada de flujos turísticos mientras los ingresos continúan en las mismas cifras o son superados. De este modo, se alcanza el tándem perfecto: sostenibilidad y progreso.
Estrategia de turismo sostenible España 2030: ¿en qué consiste?
El Gobierno de España y la Secretaría de Estado de Turismo se mantienen firmes en su apuesta por el desarrollo de la conocida como Estrategia de Turismo Sostenible de España 2030.
Se trata de una agenda nacional de turismo, en estrecha conexión con los ODS de la Agenda 2030 de Naciones Unidas, que busca abordar los retos del sector a corto y medio plazo.
En su interior se incluyen los tres pilares fundamentales de la sostenibilidad: economía, medioambiente y territorio. Ante este reto, se encuentran implicados, en un proceso participativo, los agentes esenciales del sector y las comunidades autónomas.
El objetivo de estas acciones es claro: sentar las bases de la transformación del turismo español hacia un modelo de crecimiento bifuncional, es decir, sostenido y sostenible, permitiendo así el mantenimiento de su hegemonía en el ranking mundial.
Ante todo, se pretende mejorar la rentabilidad y la capacidad competitiva de la industria, prestando especial atención a los valores naturales y culturales que se encuentran repartidos por toda la geografía española.
¿Por qué necesitamos una nueva estrategia turística?
Por todos es sabido que España es uno de los referentes mundiales en el sector turístico. De hecho, se constituye como uno de los principales ejes de nuestra economía aportando el 12% del PIB y abarcando unas cotas de empleo cercanas al 13% del total de afiliados.
El turismo nunca ha estado desamparado, aunque las estrategias de captación de visitantes han sido visiblemente modificadas en los últimos años. Hemos pasado del conocido como ‘turismo de sol y playa’ a novedosas estrategias basadas en la calidad de los productos.
Sin embargo, el sector al completo se ve inmerso en nuevos e interesantes retos, al tiempo que se postula como el auténtico protagonista de profundos cambios sociales que buscan multiplicar los resultados obtenidos hasta el momento.
En favor de la sostenibilidad: innovación y vanguardia
¿Cómo debemos afrontar la década actual desde el prisma del turismo sostenible? La definición de la estrategia se basa en los siguientes principios. El éxito y progreso dependerá de su consecución:
- Crecimiento socioeconómico, apostando por la calidad turística, trabajando para acelerar el proceso de transformación digital vigente y consolidando el liderazgo de España como punta de lanza mundial.
- Defensa de aspectos diferenciadores en la naturaleza y cultura, partiendo de la base de que la conservación de nuestro patrimonio histórico, tanto material como inmaterial, es un objetivo totalmente prioritario.
- Reparto de los beneficios del sector desde una perspectiva social, afrontando problemas como la preocupante despoblación del medio rural en España y sus respectivos entornos locales.
- Adaptación a los cambios, puesto que no se trata únicamente de perseguir la calidad más favorable para el sector, sino también de dotar a sus diversas infraestructuras de una potente capacidad de respuesta en un entorno de constante inestabilidad.
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